Amor y algo más en la pareja ideal

Hace unos meses hablábamos en este blog acerca del buen trato en la pareja.  Hoy queremos continuar nuestras reflexiones teniendo como referente la ya clásica Teoría del Amor de Robert Sternberg,  psicólogo estadounidense muy conocido en el ámbito psicológico y educativo, quien en 1988 desarrolló una escala para evaluar el amor y el estilo de relación en las parejas. No vamos a describir aquí de un modo exhaustivo este instrumento,  pero si vamos a utilizarlo como vehículo de reflexión.

Inspirándonos en uno de sus estudios, planteamos a continuación estas cuestiones que podemos responder teniendo como referencia nuestra percepción acerca de las relaciones de pareja, o bien de la que tenemos en la actualidad.

Se contesta considerando los tres componentes básicos que Sternberg incluye en su triángulo del amor: intimidad, pasión y compromiso que definimos brevemente:

Intimidad, que incluye sentimientos positivos que favorecen el acercamiento, la creación y mantenimiento del vínculo.

Pasión, deseo del otro, atracción.

Compromiso, cuidar del amor en las experiencias positivas y también en las dificultades, incluye la confianza.

Intimidad/Pasión/Compromiso

Yo: » Cómo me siento acerca de…»

Otro: » Cómo creo que se siente…acerca de mi»

Yo ideal: «Cómo  me gustaría sentirme acerca de….»

Otro ideal: «Cómo creo que le gustaría sentirse….acerca de mi»

Cuando estos componentes fluyen, la pareja puede decirse, en la terminología utilizada por el autor, que es una pareja ideal.

Podemos remitirnos a las etapas que describe Sternberg, siendo propio de la primera el que los tres componentes fluyan de modo intenso, todo parece posible, pasión, intimidad y compromiso, tal vez desde una perspectiva algo maníaca, en el sentido de idealización, y también propias del amor consolidado, en el que los tres componentes se encuentran en la pareja de larga duración, lo que el autor denomina la pareja ideal.

En una segunda fase, Sternberg indica que la pasión puede decrecer y mantenerse, incluso incrementarse la intimidad, incluyendo la sexualidad y el compromiso, es una fase de acercamiento, más realista, en la que se evalúa la relación, la sitúa hacia los cuatro años de duración.

Una tercera fase en la que el amor se hace cómplice, sin fecha de caducidad, al menos como idea de perdurar. Se acepta al otro y se es aceptado sin idealizaciones.

La complicidad es la clave de este peculiar compañerismo que ha de mantener, sin excesivo esfuerzo, sino más bien por deseo, la pasión, la intimidad y el compromiso como parte del vínculo que los miembros de la pareja van desarrollando juntos.

Sternberg se refiere al concepto de «ideal de pareja» frente a la pareja real.  Observó, que el ideal de pareja puede actuar como un tercero en la relación y convertirse en un obstáculo, así como la sospecha en uno mismo de no corresponderse con la imagen ideal del otro/a.

Dicho de otro modo, los sentimientos ideales influyen sobre la satisfacción en la pareja.

Interesa descontaminar el presente de ideas infantiles que pueden actuar como secuelas de una idealización que no se corresponde con el presente.

Sin embargo, no podemos ir contra nuestras propias necesidades y deseos, y en este sentido, sí podemos pensar, que es importante que la imagen deseada de pareja, por afinidad, sentimientos, deseo y motivación para el compromiso, entre otras cuestiones, se corresponda con la pareja real.

Cuando decimos ideal incluimos la adversidad, los retos, los conflictos, y también la felicidad, la satisfacción de compartir lo bueno que nos ofrece la vida.

Llegados a este punto podemos preguntarnos: ¿Podemos aprender a ser felices con nuestra pareja y/o establecer relaciones de pareja más cercanas al concepto ideal propuesto?

Entendemos que sí, desarrollando un buen conocimiento de uno mismo, una suficiente salud emocional para establecer con los otros relaciones simétricas, basadas en el intercambio enriquecedor entre dos personas que se gustan, motivadas para acercarse, descubrirse y caminar juntos en un camino que puede convertirse en un proyecto común.

Sternberg definió además estos tipos de amor, que utiliza para evaluar la probabilidad de satisfacción y duración de una pareja:

Relación de cariño, sin pasión física, promueve la cercanía pero no necesariamente el compromiso. Propia de una amistad, no favorece la creación de un vínculo de pareja en las dimensiones que estamos contemplando.

Encaprichamiento, basada en la pasión, efímera, si sólo se basa en esto.

Amor vacío, existe compromiso, respeto, pero no hay pasión ni intimidad.

Amor romántico, apasionado, con gran unión física y emocional, puede avanzar y consolidarse si aparecen los otros componentes.

Amor sociable, con cariño y compromiso, pero sin pasión. Puede caracterizarse por una comprensión y compromiso sólido así como la preocupación por el bienestar del otro, propia de algunos matrimonios o parejas de larga duración, en las que la pasión no se ha mantenido.

Amor fatuo, pasional exclusivamente.

Amor consumado, relación completa que se mantiene a base de pasión, intimidad y compromiso.

El autor se refiere también a la falta de amor, relaciones de pareja con ausencia de amor.

Esta es la propuesta de Sternberg, como decíamos al principio un clásico en el ámbito de la psicología acerca del estudio del amor en la pareja.

Para más información:

Sternberg, R.J. (1986) A triangular theory of love. Psychological Review, Vol. 93, (2) 119-136

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies