Identificando el guión de sumisión-poder en la pareja

El problema del guión es que es limitante del bienestar psicológico, y puede tener un resultado destructivo cuando se agravan los juegos que contiene.  El guión, podemos identificarlo como algo que se repite en la vida, en las relaciones de pareja, en el trabajo, con los amigos, etc. Se desarrolla a través de la narrativa personal que vamos creando.

El problema del guión es que es limitante del bienestar psicológico, y puede tener un resultado destructivo cuando se agravan los juegos que contiene.

En el guión quedan impresas las huellas de la interpretación de las experiencias que vive una persona, acerca de las cuales decide qué hacer para estar bien. Esto tiene truco, ya que este estar bien puede significar: complacer en exceso para obtener atención, amor, reconocimiento, especialmente si hemos experimentado mucha dificultad para tenerlo y aprendimos a sobreesforzarnos. Este comportamiento, puede formar parte de un guión de sumisión-poder en la pareja. Decimos sumisión-poder por la polarización en los roles que se establecen, como ya comentábamos la semana pasada, pero también porque los participantes ejercen el poder uno sobre el otro de dos modos básicos: abiertamente, invadiendo, controlando, descalificando o bien de un modo oculto, quejándose, no haciendo (por ejemplo negando intimidad, afecto, sexo) y con un vehículo muy útil en el guión como es la comunicación no verbal desde la que se puede ejercer un rechazo contundente hacia el otro.

¿Qué tenemos que revisar?

Los mecanismos del guión tanto para diagnosticarlo como para intervenir (Noriega, 2010).

Las transacciones activas en la relación, que nos darán una clara idea del estilo de comunicación que ha establecido la pareja.

Los roles que desempeñan que nos llevan a identificar sus juegos psicológicos: salvadores, perseguidores y víctimas como parte de la misma relación circular.

Para dejar los juegos, además de darnos cuenta de que jugamos y a qué jugamos, es reparador conocer para qué lo hacemos, es decir, qué obtenemos con el juego: atención, poder, cuidado, compañía, etc. o qué evitamos: frecuentemente el abandono.

Otro indicador importante en los juegos es el componente emocional que siempre es una emoción negativa (rebusque) con apariencia ocasional de satisfacción, alivio, que por ser falso es voluble, no nutre nuestra verdadera necesidad, por lo que será necesario volver a jugar una y otra vez.

Esto nos acerca a un concepto relacionado con estos guiones de pareja: la codependencia, al que dedicaremos nuestra atención la próxima semana; adelantamos brevemente algunos indicadores.

La codependencia, estudiada en profundidad por Gloria Noriega, conlleva un gran sufrimiento asociado a un excesivo temor a la pérdida del otro, contiene distorsiones en la percepción de las situaciones, de las actitudes, por lo que se acentúa el control y se justifica y perdona recurrentemente al otro, aunque el resultado sea el abandono de las necesidades propias. Ceder y ceder esperando una recompensa que no llega nunca.

3 comentarios

  1. Dra. Rollán. He de reconocer que yo seguí ese guión en un momento de mi vida, el resultado fue nefasto por cierto. Pero son cosas del continuo proceso de aprendizaje que es la vida. Es duro traicionarse a uno mismo para complacer a alguien. Sin embargo el sumiso busca una recompensa que en ocasiones recibe, y desde ese punto de vista se podría decir que es feliz. Las preguntas que yo me hago son: ¿Qué busca el dominante? ¿Qué puede ganar «abusando» desde su rol? Puede que tenga el control, pero eso no da precisamente felicidad. Un saludo.

    1. Estimado Jesús, como dices es duro relacionarse de este modo. Si lo vemos desde el análisis de juegos ambos jugadores son complementarios y obtienen lo que aparentemente necesitan. Aparente porque la motivación que subyace puede ser otra bien distinta.
      Respecto al que ejerce el control activo, por un lado el poder es como el oro, aumenta la codicia. Desde la perspectiva que yo manejo, la necesidad de poder oculta dolor interno de atrás, tal vez necesidad de adaptarse desde la dureza y la creencia de una exagerada necesidad de «salvar» que conlleva un socio ineludible que también persigue.
      Podríamos hablar de esto largo y tendido, es para mi un tema apasionante para abordar las relaciones humanas. Me permito sugerirte una estimulante lectura al respecto: El otro lado del poder de Claude Steiner.
      Un saludo,
      Consuelo

      1. Hola Consuelo. En primer lugar agradecerte la respuesta. Es cierto que hay una gran cantidad de individuos que buscan el poder, que llega a ser un fin en sí mismo. Pero buscarlo en el ámbito de la pareja me resulta chocante… Hay que decir que mi mi visión de este tipo de temas es muy limitada, y puedo hacer valoraciones y comentarios elementales generalmente forjados desde mi experiencia. Con respecto a la sugerencia que me haces te la acepto con ilusión y entusiasmo, intentaré hacerme con el título que comentas, espero poder leerlo sin dificultades pues mi vocabulario psicológico es muy pobre. Un saludo.
        Jesús.

Responder a J. Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies