Los Síntomas

Agua y Fuego

Los síntomas son hilos conductores de la esencia del malestar, de lo que aflige a la persona y le aleja de la felicidad, y cuando tiramos de ellos nos dirigen al núcleo, al lugar que nos permite comenzar a  desenmascarar el origen del dolor psicológico sea cual sea su configuración, en forma de ansiedad, tristeza, rencor, culpa…

 

Cuando se dan pasos en esta dirección se consigue comprensión: esto que me pasa… esto que pienso… esto que hago…  Es una primera aproximación necesaria, aunque generalmente insuficiente. Simultáneamente, o bien como consecuencia de la misma, aflora la emoción abierta, descolocada y procedemos a conocerla, nombrarla y sentirla para que sea posible que no nos siga constantemente.

 

Nos dirige el cuerpo, con un idioma que hay que traducir: sensaciones físicas, bloqueos en la respiración, angustia, etc., manifiestan la necesidad de expresar algo no dicho, tal vez de pedir o de decir basta, en definitiva de conocer, comprender y aceptar lo que somos.

 

Después se generan nuevas perspectivas, con decisiones que nos acercan a la modificación de lo que sobra, del lastre del pasado y se abren ventanas para experimentar el presente, recordar integrando y mirar el futuro con la ilusión del niño que experimenta todo por primera vez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies